El absolutismo y el relativismo son dos conceptos asociados con muchos términos, aunque hay un diferencia clave Entre estas dos palabras. El absolutismo aborda las cosas de manera objetiva y considera una acción como correcta o incorrecta. En este sentido, no hay un punto medio. Una acción puede estar bien si no está mal. Por otro lado, El relativismo rechaza esta postura de análisis objetivo y elabora que las acciones humanas no se pueden poner en categorías rígidas como correctas o incorrectas. En cambio, el relativismo destaca que la acción siempre es relativa, por lo tanto, lo que podría parecer correcto para mí se basa en mi punto de vista, contexto y experiencia. Esto puede diferir de persona a persona. Este artículo intenta dar una comprensión integral del absolutismo y el relativismo que destaca las diferencias que tiene cada postura. Sin embargo, debe enfatizarse que cuando usamos estos conceptos, se pueden usar en varios campos, como la ética, la moralidad, la política, etc. El artículo utiliza un enfoque holístico.
El absolutismo aborda las cosas de manera objetiva y considera una acción como correcta o incorrecta. De acuerdo con este principio, el contexto en el que se produce una acción tiene muy poca importancia. El enfoque está solo en la acción. Según esto, se considera correcto o incorrecto (incluso bueno o mal). Incluso si las condiciones en las que ocurre la acción son duras, esto no tiene en cuenta.
Para aclarar esto más a fondo, usemos una rama del absolutismo conocido como Absolutismo moral. Según el absolutismo moral, todas las preguntas morales tienen una respuesta correcta o incorrecta. El contexto no se considera importante, lo que hace que las acciones sean inherentemente morales o inmorales. Una de las características clave del absolutismo es que ignora las intenciones, creencias u objetivos del individuo o grupo. Es por eso que a lo largo de la historia el absolutismo es favorecido incluso por los sistemas legales, ya que es más fácil mantener las leyes cuando hay una respuesta rígida correcta o incorrecta. Esto también se puede notar en la mayoría de las religiones.
El relativismo rechaza el análisis objetivo de las acciones y elabora que las acciones humanas no se pueden poner en categorías rígidas como correctas o incorrectas. El relativismo enfatiza la importancia del contexto en el que tiene lugar una acción y presta atención a las intenciones, creencias y objetivos del individuo o del grupo. Es por eso que se puede afirmar que el enfoque no es excesivamente objetivo.
Si nos centramos en relativismo moral Para participar en una comparación con el relativismo absoluto, una de las diferencias clave es que no dicta ninguna verdad moral universal, sino que reconoce la naturaleza relativa de las circunstancias (cultural, individual, social).
Absolutismo: El absolutismo aborda las cosas de manera objetiva y considera una acción como correcta o incorrecta.
Relativismo: El relativismo rechaza el análisis objetivo de las acciones y elabora que las acciones humanas no se pueden poner en categorías rígidas como correctas o incorrectas.
Absolutismo: En el absolutismo, se ignora el contexto.
Relativismo: En el relativismo, se reconoce el contexto.
Absolutismo: El absolutismo es muy objetivo.
Relativismo: El pariente no tiene un enfoque muy objetivo.
Absolutismo: El absolutismo consiste en respuestas rígidas correctas o incorrectas.
Relativismo: El relativismo no consiste en respuestas rígidas correctas o incorrectas.
Imagen de cortesía:
1. Alegoria de Tintoretto atribuida a Tintoretto [dominio público] a través de Wikimedia Commons
2. Unity Matters por Hamiltonmatt1234 (trabajo propio) [CC BY-SA 3.0], a través de Wikimedia Commons