El corion y la placenta son dos partes importantes, que se desarrollan durante el desarrollo del embrión. El feto es importante para la existencia de ambas partes.
La placenta se forma durante el desarrollo del embrión. Actúa como un órgano metabólico y endocrino ubicado entre el embrión en desarrollo y el endometrio del útero. La placenta es un órgano discoide y ovalado, que tiene un diámetro aproximado de 20 cm y un grosor de 2-3 cm. La placenta existe solo durante el período gestacional. Los componentes fetales y maternos contribuyen a formar la placenta. El corion es el componente fetal, mientras que el endometrio uterino es el componente materno. La función principal de la placenta es actuar como una barrera selectiva, que media todas las transferencias fetomaternales y maternofetales. Controla el intercambio de agua, oxígeno, dióxido de carbono y desechos metabólicos entre el feto y la madre. La otra función principal es actuar como un órgano endocrino durante el embarazo. Las hormonas más importantes de origen placentario incluyen hcg, lactógeno placentario humano (HPL) y hormonas esteroides como estradiol, estriol y progesterona. Además, la placenta secreta algunas enzimas importantes como la fosfatasa alcalina, la diamina oxidasa y la cisteína aminopeptidasa.
Corion es la parte fetal de la placenta. Está compuesto por cuatro capas; Capa celular (fibroblastos), capa reticular, membrana basal y trofoblasto. El corion y las vellosidades coriónicas se diferencian del blastocisto durante la implantación. Durante el período fetal, las vellosidades coriónicas se desarrollan y se convierten en parte de la placenta. La parte restante del corion, junto con el amnion forma las membranas fetales transparentes.
• El corion es la parte fetal de la placenta.
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