La mansedumbre y la humildad son dos cualidades humanas contrastantes entre las cuales se puede identificar una diferencia clave. En ciertos discursos religiosos, como en el cristianismo, el budismo, el judaísmo, estas cualidades se abordan. En un sentido general, la manseza se refiere a la calidad de estar tranquilo, gentil, justo y obediente. Por otro lado, la humildad se refiere a la calidad de ser humilde. La diferencia clave entre la mansedumbre y la humildad proviene de las actitudes que el individuo muestra hacia uno mismo y hacia los demás. La mansedumbre es una cualidad que una persona muestra hacia los demás, pero la humildad es algo que se muestra para uno mismo.
La mansedumbre puede entenderse como callada, gentil, justa y obediente. Imagina a una persona que es muy obediente. Esta persona mostraría cualidades como escuchar a los demás y actuar de acuerdo con sus demandas. Tal persona puede ser considerada como mansa porque él o ella está controlado en cierta medida por el comportamiento de los demás. Esto establece una cierta restricción sobre cómo la persona actúa en función de otras personas.
En contextos religiosos, una persona mansa se describe como alguien que no lucha y acepta o traga cualquier forma de sufrimiento. Tal persona también sería paciente y lista para aceptar la autoridad de otra sin ninguna oposición. Hay otro argumento en el cristianismo de que una persona se vuelve mansa cuando guarda sus deseos naturales.
La humildad se puede definir como la calidad de ser humilde, o en otras palabras, tener una baja opinión de la importancia de uno. El término tiene sus raíces en la palabra latina 'humilitas', que significa humilde o de la tierra. En la mitología griega, Aidos era la diosa de la humildad. La humildad es comprender la autoestima, pero también ser consciente de las fallas de uno.
La diferencia clave entre la manseza y la humildad es que a diferencia de la mansedumbre donde las restricciones provienen de los demás, en humildad proviene del individuo mismo. Sin embargo, debe destacarse que la humildad no es degradar la importancia propia, sino reconocer que una persona tiene sus defectos. En otras palabras, impide que una persona sea vanidosa de sus logros.
En contextos religiosos, la humildad se ve como una virtud. Por ejemplo, en el judaísmo, la humildad se considera una virtud en la que las personas aprecian sus habilidades y talentos. En el cristianismo, la humildad es vista como lo opuesto al orgullo. Además, explica que Dios favorece a los humildes. En el budismo, la humildad es una práctica espiritual.
Mansedumbre: La mansedumbre se refiere a la calidad de ser tranquilo, gentil, justo y obediente.
Humildad: La humildad se refiere a la calidad de ser humilde.
Mansedumbre: La mansedumbre es una cualidad que una persona muestra hacia los demás.
Humildad: La humildad es una cualidad que se muestra para uno mismo.
Mansedumbre: En la mansedumbre, las restricciones provienen de los demás.
Humildad: En humildad, las restricciones provienen de uno mismo.
Mansedumbre: Meek es el adjetivo.
Humildad: Humilde es el adjetivo.
Imagen de cortesía:
1. Diseño para un techo pintado -triunfo de mansedumbre y fuerza - Proyecto de Google Art de Francesco Manno [Dominio público], a través de Wikimedia Commons
2. Humilidad de la Iglesia Unitaria de Rochdale por Phillip Medhurst - Trabajo propio, [CC By -SA 3.0], a través de Wikimedia Commons